4 tipos de pereza y como vencerla

Publicado por Ximena Orihuela en

En ocasiones a lo largo de nuestra semana o día tenemos pereza de realizar ciertas actividades, ya sea ir al trabajo, hacer ejercicio o salir con nuestros amigos, te contamos cuales son los tipos de pereza y cómo influye en tu vida.

Esa sensación de no querer realizar una actividad es más compleja de lo que puede parecer a primera vista. Muchas veces se etiqueta automáticamente como algo negativo, pero eso no debería ocurrir. Donde hay pereza, también hay algo más que puede ser importante.

 

 Existen diferentes tipos de pereza y cada una de ellas influye negativamente en un área de nuestras vidas. Sus causas y características son diferentes, pero todas ellas tienen un factor común: el desgano de mantenerse activos posponiendo indefinidamente alguna actividad.

Pereza física.

Es la más habitual. Esta clase de pereza se refiere a la resistencia del individuo a realizar actividades físicas, se origina de tres factores:

Fatiga previa

Inmediatismo

Falta de interés

En ocasiones nos proponemos realizar ejercicio todos los días o ir a alguna clase deportiva, pasan los días y no comenzamos nunca. Esto sucede porque la falta de energía supera el deseo, además es un esfuerzo a largo plazo que no proporciona beneficios inmediatos. Para este tipo de pereza la recomendación es tomar conciencia sobre la importancia de incluir el ejercicio como rutina diaria y comenzar a intentar con diferentes actividades físicas hasta que logres vencer la resistencia al cambio con motivación.

 

Pereza mental.

La pereza mental está relacionada con el uso de nuestras facultades cognitivas. Es uno de los tipos de pereza que nacen principalmente de la falta de motivación. Lo más habitual es que una persona no vea un beneficio concreto en las actividades intelectuales y por eso se resista a realizarlas.

La actividad intelectual no solo protege nuestro cerebro, sino que incrementa nuestras habilidades y competencias diarias. Incluso, tiene un efecto muy positivo sobre nuestras emociones. El cerebro está ahí para trabajar con él y si no se hace, aparece la sensación de aburrimiento. La actividad intelectual despierta, entusiasma y mejora la vida.

 

 

Pereza existencial

Este tipo de pereza está directamente relacionada con la depresión. Se caracteriza por el desinterés y falta de entusiasmo por la vida en general. Las personas con pereza existencial viven con fatiga y se sienten desmotivados por lo que no son capaces de ser creativos, tomar iniciativas, planificar o fijarse metas. Lo más común es que la pereza existencial surja como resultado de un peso psicológico que no se ha tramitado. Se carga y esto no deja lugar para que surja nueva energía disponible. Para buscar las causas que la originan, es necesario hacer una revisión al pasado, pues lo más probable es que alguna situación no resuelta haya dejado secuelas emocionales que no permiten avanzar.

Pereza espiritual

Está asociada a la falta de interés frente a los aspectos trascendentes de la vida. Los rasgos de las personas con pereza espiritual son:

Sigue automáticamente rutinas diarias.

No se esfuerza más allá de los límites.

No cree que la existencia tenga algún significado.

No tiene entusiasmo por la vida.

No cree en la espiritualidad y tampoco en religiones.

El único sentido de la vida es cubrir las necesidades básicas.

Para superarla debes revisar realmente cuáles son tus prioridades, estar atento a las señales de tu cuerpo, a las horas de descanso, a la alimentación y buscar una actividad que te motive, reír, soñar y sentirte motivada es de las mejores sensaciones, no permitas que la pereza no permita que las tengas en tu vida.

 

¿Has sentido alguna vez algún tipo de pereza?  Cuéntanos tus experiencias.